Algunas fuentes históricas dicen que sus creadores fueron los romanos, otras que fueron reinventadas en Inglaterra, en el siglo XVIII, lo cierto es que las banquetas forman parte del entorno urbano y entre sus funciones resalta la de proteger al peatón de los peligros del arroyo vehicular, así como de las inundaciones.
Consiente de su importancia, el Movimiento Antorchista de Texcoco gestionó la primera etapa de construcción de banquetas y guarniciones en siete calles de la colonia Humberto Vidal Mendoza, donde fueron beneficiadas un promedio de cien familias, las cuales no realizaron ninguna aportación económica.
Urbano Aguilar Rueda, habitante de la calle Ignacio Ramírez, expresó que la edificación de las aceras fue gestionada por la organización social al cien por ciento por lo que los residentes no realizaron ningún pago para su elaboración.
Marina Natividad Hernández Gómez, de la calle Bernardo Ortiz, dijo que “la edificación de las banquetas nos beneficia mucho, porque debido a la falta de asfalto en la calle, se genera mucho lodo y charcos que en esta época de lluvias nos impiden transitar fácilmente”.
La banqueta símbolo de modernidad
De acuerdo con la investigación Historia de los Pavimentos Urbanos, del Ingeniero en Obras Públicas, Francisco Rama Labrador, los encarpetados forman parte de las civilizaciones del pasado y contribuyen a facilitar la movilidad de personas y materiales en las ciudades.
En el caso de las banquetas estas fueron pensadas para impedir o dificultar a las caballerías y carruajes, invadir las zonas reservadas a los peatones, así como para encauzar las aguas de lluvia.
“Tras la caída del Imperio Romano, los anglosajones son los que comienzan a desarrollar las vías peatonales por el aumento del tráfico de carruajes y caballos y es alrededor del año 1.550, aproximadamente, cuando se comienza a apartar al peatón de la vía con la banqueta…”.
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